sábado, 18 de mayo de 2013

La causa que durmió 30 años

Laboratorio de Producción Multimedial I – 2013
Martín Bechiarello – Comisión B

Durante el acto en conmemoración a los 30 años del asesinato de Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, el doctor Álvaro Baella, miembro del equipo jurídico de la agrupación Hijos Rosario, informó que el caso estaba a un paso de elevarse a juicio oral y público.
Eduardo "Carlón" Pereyra Rossi era miembro de la Conducción Nacional de la Organización Montoneros. Osvaldo “el Viejo” Cambiaso dirigía la Agrupación Peronista para la Liberación. La investigación revela que fueron emboscados el 14 de mayo de 1983 en el bar Magnum, de Córdoba y Lagos, por una patota. Al cuarto día sus cuerpos aparecieron sin vida en la localidad de Lima.

Algunos detalles de la operación fueron relatadas por el represor Eduardo “Tucu” Constanzo en una entrevista brindada al periódico El Eslabón en enero de 2011. Cabe aclarar que Constanzo, cumple prisión domiciliaria por estar condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. En la nota, Constanzo aseguró que los episodios le fueron contados por el Barba Cabrera, quien hacía seis meses que lo venía siguiendo a Cambiaso. Cabrera vivía en Pérez a pocas cuadras del militante. Continúa diciendo que “Pereyra Rossi venía de Buenos Aires y Cambiaso lo iba a esperar en la terminal. Pero parece que Cambiaso lo hace bajar antes. Y toda la patota encabezada por Pascual Guerrieri y Victor Hugo Rodriguez, alias Chuli, se vienen de la terminal con el operativo ya fracasado. Pero otro muchacho, de nombre legal Daniel Ferrere, los ve entrar a Cambiaso y Pereyra en el bar Magnun, los llama por handy y todos convergen ahí. Los primeros son Guerrieri y Rodríguez y al volante en ese auto venía uno que le decían Choper, creo que Vanzinni el apellido.” El represor prosigue su relato con la llegada de la patota al bar: “Guerrieri adentro los tenía apretados. Campilongo, uno del destacamento, también estaba en la puerta y no dejaba pasar a nadie por la vereda. Y se los llevan a Cambiaso y Pereyra Rossi, en el camioncito que usaban para transportar los cuerpos, a Oroño al fondo, donde estaban haciendo la Circunvalación. Ahí los tienen todo el día torturándolos y a la noche se los llevan y le entregan a Patti.” Además detalló que a Cambiaso se lo llevan en su propio auto, un Fiat 1500, tirado en el suelo, mientras Porra va con los pies arriba de su espalda. Mientras, en otro auto lo llevan a Pereyra Rossi y lo va pisando Filtro, “creo que de apellido Sebastián, ex yerno del Coronel Pozzi”, agregó Constanzo. Por otra parte, reconoció al ex arquero canalla Edgardo Andrada como un miembro más de la patota.

Tres días después, el Ministerio del Interior de la Nación y la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires, difundieron un parte donde afirmaban que habían sido "abatidos en un enfrentamiento" con la policía bonaerense. La historia oficial indica que los militantes murieron tras un tiroteo con agentes del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional Tigre, al mando del oficial inspector Luis Abelardo Patti, secundado por el sargento Rodolfo Diéguez y el cabo Juan Amadeo Spataro. Según esta versión, los hechos ocurrieron el sábado 14 de mayo a las 17:30, a la altura del kilómetro 103 de la ruta Panamericana, cerca de la localidad bonaerense de Lima.

Sin embargo, una autopsia realizada el 21 de mayo de 1983 comprobó que Cambiaso murió "tras recibir un balazo en la nuca, disparado a menos de un metro de distancia", y que tenía "signos de golpes en sus hombros, codos y rodillas". Otro examen médico demostró que Pereyra Rossi "fue torturado con picana", antes de ser asesinado de un tiro. La historia oficial tenía fisuras.

El 18 de junio, el juez penal de San Nicolás, Juan Carlos Marchetti, dispuso la prisión preventiva de los tres agentes de la bonaerense y calificó el caso como “homicidio calificado reiterado”. Además, ordenó la detención del médico policial que hizo la primera autopsia. Pero se desdijo y a los cinco meses, quedaron en libertad. El 4 de noviembre, la Cámara Segunda de Apelaciones de San Nicolás resolvió el sobreseimiento provisorio de los tres policías. Luego sería definitivo con la sanción de la Ley de Obediencia Debida.

Tuvieron que pasar quince años para que el caso vuelva a tomar estado público. Esta vez, el diputado provincial justicialista Orlando Barquín presentó un proyecto para que se esclarezca el hecho, ya que constituye “el último caso testigo de la metodología planificada por el terrorismo de Estado”. Además, se trató de esclarecer la responsabilidad del entonces intendente de Rosario, Alberto Natale. Mientras, Ethel y Gladys Cambiaso , hermanas de Osvaldo, presentaron ante el juez español Baltasar Garzón una denuncia contra el ex presidente de facto Reynaldo Bignone y Luis Patti por asociación ilícita, homicidio calificado y secuestro.

Pese a los intentos y la lucha por la justicia, la causa continuó parada hasta este año. Incluso el ex subcomisario Patti ejerció cargos públicos, como la de intendente de Escobar, y fue elegido Diputado Nacional, pero no pudo asumir al ser impugnada su nominación por la misma Cámara Legislativa. Otro participante destacado de la patota que participó del secuestro es Victor Hugo “Chuli” Rodriguez. Al día de hoy es el presidente de la asociación sanmartiniana Cuna de la Bandera, que cada año cruza los Andes. Por su labor, fue condecorado por el Concejo Municipal de Rosario, pero luego se revocó la decisión.

Tanto los familiares como las organizaciones de Derechos Humanos, continuaron luchando porque la causa no quede impune. En la actualidad, la querella y la fiscalía elevaron el pedido de juicio oral y público para que los 11 imputados sean juzgados por un Tribunal en la ciudad de Rosario, donde comenzó la historia. Según Álvaro Baella, miembro del equipo jurídico de Hijos Rosario, se trata de un fallo fraudulento, que en su momento fue “cosa juzgada”. 


Baella, destacó que entre los imputados hay integrantes de la Inteligencia del Batallón 121; integrantes de la Policía Bonaerense como Patti, Spataro y Dieguez; e incluso el general retirado Reynaldo Bignone, quien al momento de las muertes de Cambiaso y Pereyra Rossi, ejercía la presidencia del país.

La Justicia en Argentina es lenta, en este caso, lleva un retraso de 30 años.



Fuentes:

http://www.redaccionrosario.com/nuevo/2011/01/28/yo-no-soy-como-los-otros-represores/

http://www.alapalabra.com.ar/pdf/JC_CasoCambiaso.pdf 






1 comentario:

  1. Estimado, como futuro o actual periodista, sus fuentes fueron muy escasas... Además de erradas... Le sugeriría tenga más prudencia! Saludos cordiales!

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